miércoles, 29 de octubre de 2014

Llueve y perfora


Llueve sostenido desde ayer.

Dicen que llovió en un rato  más que lo que suele llover en todo un mes.

No es hablar del clima. La lluvia siempre es otra cosa.

Afuera no pasa nada. Nadie pasa

Estoy sola y me fabrico incomodidades, dolores innecesarios, llantos inconclusos.

Trabajo, me distraigo, vuelvo a trabajar. Me cuesta con el nudo atravesado.

Lo llamo y le pido que me abrace.

Él me dice “bonita, ni bien llegues de dar clase, en casa”.

Yo digo ahora. El dice “no se puede, estoy lejos y con mucho laburo”.

Mientras,  sigue lloviendo adentro y también afuera. El problema de las casas viejas.


Pero el peor llanto es ese que no llueve, ese que no nombro. 
Ese llanto me perfora.


miércoles, 8 de octubre de 2014

Intimidad

Abrir una puerta.
Encender una luz.
Querer aplacar un incendio,
no poder.
Ubicar en el mapa.
Desconocer las horas.
Encontrar un camino.
Equivocar los modos.
Animarse a saltar.
Estirar la mano.
Encontrarse.